A REIR UN POCO CON ESTA PARODIA POLITICA DE LA CRIMINAL SINDICAL MAS FAMOSA DE TODOS LOS TIEMPOS
Elogio de la Maestra Gordillo
Peladeces y en publico
Martes, 29 Julio, 2008
Me encanta la maestra Gordillo. Con el historial y la leyenda negra que la preceden, cualquier otra en su lugar viviría oculta bajo una densa barba como la del matarife de Sarajevo, Radovan Karadzic, quien después de dedicarse al exterminio en Serbia se dejó crecer un hirsuto pelaje níveo para escapar a sus perseguidores cobijado en la personalidad de un gurú de internet. La gente tiende a rendirle culto a los timadores, siempre y cuando tengan aspecto de Santaclós; si en México nuestros políticos en efecto quieren que las masas los aclamen, tendrían que dejar el look de burócrata de trajecito, el aspecto de metrosexuales yupitecas o de prófugos del metate para adquirir una imagen como de guía espiritual místico y yerboso, peludo hasta la ignominia y tirando netas con vocesita melosa y meliflua en una dudosa jerga seudofilosófica lugarcomunesca de manualito de superación personal.
Como quiera que sea, doña Elba Esther, valiéndole queso la humanidad, transita entre los avatares de la vida nacional con la soltura del Niño Artillero arrojando zambombazos porque, como todo buen bárbaro, según el poeta Cavafis, tiene un plan. Así, la Maestra es el ajonjolí de todos los complós, y lo mismo trata de acabar con lo que queda del PRI (quizá le aterra que Don Beltrone, tan elemental, sea considerado superstar), que decidir las políticas educativas del país sin haber acabado la secundaria, mientras Vázquez Mota trae a Jelipillo al ritmo de su frenética agenda de control freak. LEER MAS
Elogio de la Maestra Gordillo
Peladeces y en publico
Martes, 29 Julio, 2008
Me encanta la maestra Gordillo. Con el historial y la leyenda negra que la preceden, cualquier otra en su lugar viviría oculta bajo una densa barba como la del matarife de Sarajevo, Radovan Karadzic, quien después de dedicarse al exterminio en Serbia se dejó crecer un hirsuto pelaje níveo para escapar a sus perseguidores cobijado en la personalidad de un gurú de internet. La gente tiende a rendirle culto a los timadores, siempre y cuando tengan aspecto de Santaclós; si en México nuestros políticos en efecto quieren que las masas los aclamen, tendrían que dejar el look de burócrata de trajecito, el aspecto de metrosexuales yupitecas o de prófugos del metate para adquirir una imagen como de guía espiritual místico y yerboso, peludo hasta la ignominia y tirando netas con vocesita melosa y meliflua en una dudosa jerga seudofilosófica lugarcomunesca de manualito de superación personal.
Como quiera que sea, doña Elba Esther, valiéndole queso la humanidad, transita entre los avatares de la vida nacional con la soltura del Niño Artillero arrojando zambombazos porque, como todo buen bárbaro, según el poeta Cavafis, tiene un plan. Así, la Maestra es el ajonjolí de todos los complós, y lo mismo trata de acabar con lo que queda del PRI (quizá le aterra que Don Beltrone, tan elemental, sea considerado superstar), que decidir las políticas educativas del país sin haber acabado la secundaria, mientras Vázquez Mota trae a Jelipillo al ritmo de su frenética agenda de control freak. LEER MAS
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